Celebramos la primera semana de pascua, días con consecuencia no sólo para nuestra vida, sino para todo el mundo: El Señor hace nuevas todas las cosas.
Cada uno de nosotros quiere hacer grandes cosas, pero experimentamos nuestras fragilidad, tropezamos con nuestro egoísmo, vanidad, etc. Pero es aquí que el Señor actúa en nuestras fragilidad y con Él podemos hacer mucho más.
Él rompe el ciclo de la muerte, de la venganza, del odio. porque Dios todo lo puede, vence el desaliento y a la desesperanza.
Nuestra Iglesia tiene experiencia de Resurrección: hemos muerto muchas veces, pero tantas otras hemos resucitado.
Glorioso Patriarca San José
Ruega por nosotros.
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